Tengo 3 huecos en mi cuerpo...
El segundo está en mi pecho y me provoca la sensación constante de ir en caída libre, se trata de un vértigo que he vuelto mi amigo. Este hueco vertiginoso proviene de mi corazón, de los constantes vuelcos y caídas, del llanto atraído por las traiciones y la soledad; de este modo las sensaciones de desesperanza dejaron de ser clientes frecuentes y se volvieron huéspedes de planta.
No puedo palpar mi corazón, por eso me pregunto cuántos trozos le harán falta. Seguro ya ni siquiera tiene la forma de un corazón, conforme a lo que siento en mi pecho, ahora tiene la forma de una astilla que me estorba para vivir.
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